Alumno: Bernardo Garrido Posadas
Materia: Salud y Sociedad
Medios de comunicación y Automedicación
Las características de la oferta y la demanda de medicamentos son muy peculiares. Quien toma la decisión de qué medicamento consumir no es el propio consumidor, sino el médico que prescribe de acuerdo con su preferencia por ciertas marcas y no según productos genéricos.
Los productores dirigen os esfuerzos para determinar la preferencia, mediante los medios de convencimiento posibles. Las empresas utilizan masivamente el aspecto publicitario en el caso de los productos farmacéuticos de uso común y venta libre, sabiendo que la atención de la salud es un campo en el que importan las creencias y los aspectos psicológicos de los pacientes.
Los Medios son decisivos en el consumo de medicamentos es compartida por el personal de salud, tanto médicos como paramédicos, tanto privados como públicos. La falta de educación de la población y justamente la influencia negativa de “los medios de comunicación masivos”.
Los médicos suelen explicar la automedicación por la “ignorancia” de la población y en particular de las clases subalternas, los economistas y gran parte de los científico-sociales la explican por la determinación de la producción y todos por la utilización de los Medios de comunicación masiva.
La Segunda Guerra Mundial generó un notable incremento de la industria de medicamentos.
2. El proceso de Automedicación
La Automedicación ha sido analizada en el contexto latinoamericano a través de enfoques parciales y a través de muy escasas investigaciones empíricas.
Ha sido considerado como proceso secundario, como “supervivencia” de prácticas “tradicionales” y además todo esto con connotaciones negativas hacia dicho proceso. La revisión bibliográfica solo aporta muy escasos datos sistematizados, y frecuentemente dichos datos aparecen exclusivamente referidos a la llamada “medicina tradicional”. La mayoría de los datos son indirectos u obtenidos empíricamente y sin ninguna sistematización. En términos descriptivos, la automedicación constituye el primer nivel de atención de cualquier comunidad.
Los factores que distinguimos son: a) Económicos, b) Sociales, c) Institucionales y d) Ideológicos.
Los factores económicos han sido generalmente referidos a dos instancias básicas, la producción de medicamentos y la situación económica de los consumidores. A más bajo nivel socio-económico mayor frecuencia de automedicación. Aunque la verdad es que todos los estratos se automedican. Los factores sociales que inciden en la automedicación son varios, pero principalmente dos; uno de tipo estructural y otro coyuntural
En un inicio, todo grupo necesita generar un conocimiento mínimo y práctico para resolver situaciones cotidianas de enfermedad, tanto en sentido curativo inmediato, como para poder definir situaciones ulteriores de atención “externa”. Los grupos, generan roles que se hacen cargo de la curación o del diagnóstico con fines de derivación, o simplemente para hacerse cargo de la situación.
El factor coyuntural de mayor importancia es el uso del tiempo, por lo menos en el contexto analizado; en relación con los factores sociales, como con los económicos, tiempo de traslado, gasto de traslado, gasto por abandono del trabajo, tiempo dedicado a otras actividades (comida, aseo, escuela, etc.) y gasto social que esto supondría. En gran medida son los médicos y el persona de salud en forma directa e indirecta, los que juegan un rol importante en la inducción a la automedicación.
Parecería que el reconocimiento del saber del médico oficial creado y defendido por las instituciones científicas que también poseen el monopolio de su difusión.
“Lejos de practicar una medicina paralela, las madres administran a sus hijos remedios que el médico ha prescrito anteriormente para curar enfermedades similares.
Boltanski. “Puesto que el pensamiento popular no puede asimilar y utilizar más que lo ya conocido, las nuevas categorías que toma prestada a la ciencia, así como las palabras que la sustenta, quedan inmediatamente sumergidas en las categorías más antiguas y más generales, esas de las cuales de los miembros de las clases populares hacen uso consciente y que le resultan familiares.
No existen prácticamente investigaciones que permitan percibir esta correlación en lo referente a las prácticas de automedicación.
Los mensajes de Salud/Enfermedad en la prensa escrita, en la radio y televisión mexicanas señalan que la publicidad/información orientadas hacia la automedicación es una de las áreas de menor desarrollo; nos atreveríamos a decir que comparativamente es inferior a cualquiera de las otras áreas que pueden ser referidas a la problemática de la salud/enfermedad.
Los niños recuerdan haber visto en TV algunos medicamentos (analgésicos, pomadas, jarabes, vitaminas) pero tienden a descalificar comparativamente su importancia.
Las madres demostraron tener un repertorio de síntomas a través de los cuales diagnosticar padecimientos, así como un repertorio de medicamentos para las enfermedades y síntomas más frecuentes. Nadie conoce el procesamiento de las medicinas en sus organismos y solo reconocen la eficacia de dichos medicamentos. Los remedios más frecuentes utilizados fueron analgésicos, antidiarreicos, antibióticos, antiparasitarios, antitusígenos, desinfectantes y remedios caseros “tradicionales”.
Cada vez más la práctica médica es una práctica basada en la receta d la medicina de patente y en su eficacia comparativa. El médico tiene un monopolio del medicamento.
El mecanismo de publicidad y comercialización de la industria farmacéutica está en la esencia del poder que las grandes empresas ejercen en el mercado y deben ser el objetivo central de todo programa que intente bajar sus precios.
Sin duda el propósito de todo sistema de publicidad es persuadir a los médicos de la importancia de recetar el medicamento de su marca. La mayoría de los tratadistas reconocen que los médicos actúan en sus acciones prescriptivas de medicamentos “inducidos” y “enseñados” por las empresas.
Para ver más:
http://www.ilazarte.com.ar/cuadernos/pdf/n15a047.pdf
Para ver más:
http://www.ilazarte.com.ar/cuadernos/pdf/n15a047.pdf
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